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viernes, 4 de diciembre de 2009

3 de diciembre de 1989... MALDITA LLUVIA

“Que es un soplo la vida, que veinte años no es nada”, cantaba el Maestro Gardel.


Ya ha llovido desde entonces- apuntaría el castizo, pero esto no es del todo cierto, ya que el cambio climático mantiene los pantanos bajo mínimos y llueve más bien poco. El inefable “Lichis” líder de “La Cabra Mecánica” en su magistral álbum “Vestidos de domingo”, canta:


“Si del cambio climático se te mueren las macetas, no me las riegues con llanto, ¡Ay! de tanto llorar los ojos se te secan”.


Y ese domingo España lloró y muchos ojos se secaron. No recuerdo si por aquel entonces ya andábamos preocupados con el agujero de la capa de ozono, pero a más de uno se le hizo un agujero en el corazón. Aquel domingo, como el título de la genial película protagonizada años después por Al Pacino, parecía “Un domingo cualquiera”. Eso sí, llovía… ¡MALDITA LLUVIA!


Era un frío y lluvioso domingo de diciembre, de esos que no te quitabas ni el pijama, de esos de enchufar la tele y tragarte “Tiempo y marca “de principio a fin. Probablemente aquel día televisaran el cross de Lasarte, o el de Venta de baños, o el de váyase vd. a saber donde, y darían hípica y ciclocross desde las ardenas belgas. Domingo de café con leche con tostadas que hacía tu madre, las napolitanas y demás bollería fina, no se estilaban por aquel entonces. Domingo de leer el periódico en casita y de hincar codos, que llegaban los parciales de diciembre y no le habías dado un palo al agua. Pero mientras pasabas páginas ilustradas con altísimas catedrales góticas con sus rosetones, sus pináculos, sus arbotantes y sus infranqueables muros, te venían a la cabeza los altísimos pivots con los que habías bregado la tarde del sábado y a los que sí habías logrado franquear. Y mientras pasabas de la catedral de Burgos a la de Palma y de ésta a la de León, te acordabas de las asistencias que habías dado (eso sí que era pasar) y te acordabas que la semana siguiente llegaba el puente de la Constitución y que como no había partido, ya estudiarías entonces.


En diciembre del 89, las noticias no eran muy diferentes de las de estos últimos años, salvo que antes sí que llovía. Entonces, mandaba George Bush, (padre, eso si) y también lo hacía su homólogo soviético Mijail Gorbachov, el de la “Perestroika”, y tanto mandaban que decidieron hacer una cumbre en el Mediterráneo (sería por el clima, o por que querían ver buen basket y se me adelantaron 20 años a mi artículo del pasado septiembre), en La Valetta (Malta), para acabar con la guerra fría, si el tiempo como rezan los cánones taurinos, no lo impedía. El mal tiempo casi logró suspender esta histórica reunión. No sería lo único que la MALDITA LLUVIA quiso impedir ese triste fin de semana.


La caída del Muro de Berlín ocupaba portadas igual que ahora. Líbano vivió una de las jornadas más sangrientas de su guerra civil, con más de 50 muertos y unos 150 heridos. Un diputado de HB llamaba a la negociación en nombre de los presos de ETA. Golpistas en Manila atentaban contra el gobierno de Filipinas que presidía Corazón Aquino. Berlusconi se hacía con el mando del primer grupo editorial italiano… ¿Les suenan estas noticias?, les juro que son de entonces. Tiren de hemeroteca, tendrá razón Gardel, 20 años después y casi los mismos protagonistas.


Lo dicho, las mismas noticias entonces y ahora, salvo que el sábado anterior el Barça había palmado con el Valencia y ahora a los culés no hay quien les tosa, claro aún no estaba Pep. Míchel y Gordillo serían bajas aquella tarde en el equipo blanco, pero no serían las únicas bajas blancas en aquel domingo negro. Éstas eran las noticias que llenaban las portadas de los diarios de aquel día 3 de diciembre, y múltiples acontecimientos se han producido a lo largo de la historia el día de la festividad navarra, desde el fallecimiento en China en 1552 de San Francisco Javier, a la 2ª ocupación francesa de Madrid en 1812. Desde el fallecimiento del insigne autor de “La isla del tesoro” Robert Louis Stevenson”en 1894, al nacimiento del director de cine francés Jean Luc Godard en 1930, De la aprobación de la paz para Vietnam en 1969, al comienzo del proceso de Burgos en el 70. Pero la noticia, estaba por llegar…


Tras el sopor que producía ver “Estrenos tv” después de la copiosa comida que mi madre debió preparar, mientras la lluvia repiqueteaba en los cristales y con el oscuro panorama de una tarde entregada al Greco y a Churriguera, volví al diario y sonreí, sólo la visión de mi enorme plato de paella y la lectura de la programación de tarde (hasta unos meses después no llegarían las privadas, y solo existían la 1ª cadena y el Uhf), me arrancaron una sonrisa aquel día. Había partido, sí, esa tarde echaban el Real Madrid – CAI.


Pero seguía lloviendo, MALDITA LLUVIA. No recuerdo si en el 89 la M-30 estaba en obras, seguramente si. ¿Acaso alguna vez la M-30 no ha estado en obras?… Y seguía lloviendo. Faltaba poco para empezar el partido, pero de pronto empezaron a llegar noticias contradictorias a los carruseles futboleros de la radio, e incluso creo recordar esas letras que en la parte baja de la pantalla y de derecha a izquierda sólo salían para anunciar desgracias, Ay, ese terrible “Avance Informativo” que aparecía en mitad de “Sábado cine”, o de “Aplauso”.


El vehículo saltó la mediana de la M-30 e impacto contra otro vehículo que circulaba en sentido contrario. Al encontrarse lesionado no jugaría aquel partido e iba a presentarse algo más tarde que el resto de los compañeros. Pero extrañamente llegaba muy tarde… En el vestuario blanco auténticos gigantes, “grandes como mallos”, lloraban como niños y se derrumbaban como castillos... pero de naipes. Los maños no daban crédito, y muy afectados, lloraban también. Televidentes y radioescuchas corrían de la tele a la radio y de la radio a la tele, internet no era entonces siquiera un proyecto.


El 3 de diciembre de 1989 llovió mucho y Fernando Martín llegaba tarde. España lloró, pero estoy seguro que los que entonces lloramos, seríamos tremendamente felices si en uno de los múltiples canales de televisión que hoy disfrutamos/padecemos, vía satélite, en analógico, en digital, por cable, por lo civil o por lo criminal pusieran hoy un Madrid - CAI. Y que Don Héctor Quiroga retransmitiera el partido, y que Don Andrés Montes micrófono en mano anunciara: “Desde el cielo del baloncesto y porque aquí la vida si que puede ser maravillosa”, el mejor Madrid – CAI posible, el mejor 2 contra 2 que nunca se jugó: por el Madrid, Drazen Petrovic y Fernando Martín, por el CAI Zaragoza, Eugene Mc Dowell y Kevin Magee…


Cuántos y cuánto sonreiríamos entonces…


Vivir... con el alma aferrada A un dulce recuerdo Que lloro otra vez...


D.E.P.

Artículo publicado por José Sanromán en BasketMe

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