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jueves, 24 de septiembre de 2009

La intensidad y la inteligencia nos hacen campeones

Una vez, y van no se cuantas, me encuentro con un artículo excepcional escrito por nuestro compañero en BasketMe Juan Carlos Sánchez, he creido oportuno que mi próxima entrada fuese dedicada a él y a su excelente artículo, así que os dejo con el:

Juan Carlos Sánchez,BasketMe.Las horas previas a una final son más decisivas de lo que parecen a priori. Marcan una actitud, una manera de afrontar un partido, de dominar los nervios, de tener las ideas claras sobre qué hacer, etc. Lo lógico es que el seleccionador serbio haya tratado de calmar la ansiedad de una selección tan joven al tiempo que alimentar su ilusión por dar un último paso hacia el título. Lo de España es totalmente diferente. La tarea de Scariolo es más sencilla. Estos jugadores saben de sobra lo que supone una Final. Sufren mucha presión, pues están obligados a ganar sí o sí, y muchas críticas, pero basta con mirarse a los ojos para tener todo preparado. Cada Final se empieza a ganar o perder en las horas previas, y España ahí tenía una ventaja enorme.

Es curioso ver el tiempo que Serbia ha tardado en dar un plus de intensidad a su defensa. Su idea de evitar que España pudiera correr es acertada, sin duda, pero de poco sirve si no va acompañada de una defensa individual en estático del máximo nivel. Y si eso lo tenemos que poner en el debe de Serbia, en el haber de España hay que hablar de la enorme variedad de recursos ofensivos que ha ofrecido en ese tipo de ataques.

No siempre se va a poder correr y me ha gustado ver cómo este equipo tiene sistemas para resolver en estático, que han llegado bien trabajados en los momentos decisivos del campeonato. La variedad de recursos en ataque supone que el rival no pueda reforzar su defensa sobre ningún recurso en concreto. Se ha buscado comenzar mucho juego sobre Pau, pero de forma muy inteligente. Es decir, si Serbia renuncia a los traps, se apuesta por su 1x1 bajo el aro. Si saltan las ayudas, Pau levanta la cabeza, y tiene a sus 4 compañeros muy bien situados para hacer circular el balón hacia un tiro o una penetración limpia. A eso le unimos los pick and roll con Pau, que han salido en un % muy alto de las ocasiones en los que se ha practicado. Todo ello sin olvidar los movimientos de bloqueos indirectos para los exteriores, tanto para el tiro como para la penetración, y de "carreton" con Juan Carlos Navarro. Esta final se ha afrontado con las ideas muy claras de lo que había que hacer, y eso se ha notado desde el primer momento.

Pero nada de eso sería posible sin el recital defensivo que por momentos se ha dado. No es Serbia una selección fácil de defender. Tiene muchos recursos, mucho talento, y jugadores tremendamente versátiles a los que es complicado defender. Tienen talento ofensivo por dentro, de forma directa o a través del pick and roll de Teodosic con los pívots, y sobre todo jugadores muy altos y coordinados, sin olvidarnos de la enorme capacidad de muchos de sus jugadores para el tiro exterior. Hoy esos recursos apenas han podido salir a la luz pues la defensa de todos era sensacional, superiores en casi todos los 1x1, saltos rápidos de las ayudas, concentración para cerrar las líneas de pase, y hasta una interesante presión a toda cancha, no tanto para buscar el robo, sino para retrasar el ataque y obligar a Serbia a resolver cada ataque con cierta presión. Sin duda, todos estos recursos han surtido efecto. Y si el nivel defensivo ha sido altísimo, aún más gusta ver a algunos jugadores defender como nunca antes lo habían hecho. Sólo ha habido algunos problemas para ajustar la defensa en el juego de bloqueos para sus tiradores, algún desajuste (así de memoria recuerdo una situación concreta en la que a falta de 3 segundos no cambiamos de hombre y regalamos un triple claro), pero casi supone decir por decir, pues el nivel general ha sido de los mejores que le recuerdo a esta selección.

Esa sensacional defensa ha ido acompañada de otros factores igual de importantes a la par que complementarios. El cierre del rebote defensivo ha sido otra de las claves de este partido (no podemos olvidarnos, en particular, de Felipe Reyes). Ha permitido a España no conceder segundas opciones de tiro, lo cual es muy importante ante el potencial serbio en el tiro. Pero es que resulta el primer y fundamental paso previo para un buen ataque. Pese a que hoy el ataque estático ha resultado efectivo, son los momentos en los que la selección ha podido correr los que la convierten en imparable. Pero para eso hay que defender muy intensos, conseguir forzar algún error (no necesariamente un robo) y poder aprovechar todo el talento que esta selección tiene en esta faceta. Por dar sólo un apunte, Pau Gasol ha sido imparable al contraataque, con la pintura mucho más limpia pues siempre llegaba con ventaja.

Está claro que no es fácil conservar ese nivel durante los 40 minutos, y también ha habido lagunas que han permitido a Serbia reducir la distancia en el marcador. Pero considero que en esta final esas lagunas no se han debido sino a la enorme ventaja en el marcador y en el juego. Hoy España estaba anímicamente preparada para mantener su mayor nivel de intensidad durante todo el partido. Por eso la reacción a un par de ataques espesos o malos balances defensivos era siempre inmediata.

Si este nivel de juego ha sido posible, se debe sobre todo a dos factores. Por un lado, esta selección ha recuperado el buen tono físico. No se puede jugar con esa intensidad y esa inteligencia si no hay frescura física. Pau, Marc, Rudy, Garbajosa…. su mejora física y de ritmo de competición ha ido acompañada de una consecuente mejora en el juego. Por otro, la derrota contra Turquía hizo a este equipo despertar su espíritu competitivo. Su hambre por ganar el campeonato les hizo subir al 100% su nivel de juego, lo que les hace a día de hoy imparables.

No puedo olvidarme de que a esta selección se la criticaba muchísimo y de forma muy dura hace apenas una semana, focalizada fundamentalmente en la figura del seleccionador nacional. Comenté hace poco que el hecho de que los sistemas que se proponían tanto en defensa como en ataque no saliesen se debía fundamentalmente a factores que iban más allá de lo táctico. El estado físico del equipo ha mejorado notablemente conforme se recuperaba a los lesionados y se les hacía entrar en el ritmo de la competición. Una vez que eso se ha producido, la segunda parte ha sido recuperar la intensidad y la inteligencia en el juego. Todo ha ido a mejor desde que esos factores se han dado. Lo que no salía antes ahora empieza a salir, y ha dado como resultado una selección tremendamente poderosa, que ha terminado el campeonato de forma increíble.

No me olvido de Serbia, una selección que tiene un gran futuro por delante y que será un rival muy peligroso. A esta final quizá ha llegado demasiado pronto para llegar al nivel competitivo de la selección española, pero a buen seguro en el futuro serán mucho más duros.

Ahora toca celebrar todo esto, teniendo presente que en un par de días la luz se habrá apagado hasta el próximo torneo. Pero el baloncesto no ha hecho más que empezar. La temporada 2009/2010 de la ACB y de la Euroliga arrancan ahora. Invito a todos los aficionados a redoblar esfuerzos y a seguir el baloncesto ahora que, por desgracia, se queda un poco sólo.

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